Aprovecho también, como veis, para romper con esta rutina Indie que nos tenía a más de uno estresado perdido con tanta novedad, ¿verdad Carlitos?
Bueno pues una de raíces: The White Album. The Beatles. ¿El mejor grupo de la historia? Supongo que no, pero sí el pionero de casi todo lo que vino después, incluyan ahí muchos de los que hay colgados en esta sección. ¿El mejor disco de este grupo? Para mí, y para muchos, sí. Iba a poner “sin duda”, porque a mi el Let it be me encanta, pero no, éste es el mejor.
No voy a hacer un análisis sesudo del disco contando su relación con un viaje a la india que hicieron los cuatro de Liverpool, ni hablando de todos los estilos que aparecen en el disco, más que nada porque son casi treinta temas, con una variedad creativa increíble.
Más bien voy a contar por qué pongo este disco aquí.
Lo primero es porque, a quien quiero engañar, Los Beatles han sido siempre y todos lo sabéis, mi grupo preferido.
Segundo por lo que he dicho, éste es su mejor álbum.
Y tercero porque ya hacía falta retomar un poco los orígenes (al menos me hacía falta a mí) y ofrecer una ventana ahí para que gente como Iván y nuestro Pablito recuperen sus apariciones blogeras.
Yo empecé a escuchar a los Beatles sobre el año 92 ó 93 vamos en 3º de BUP (manda huevos). Como siempre llego a los grupos tarde, pero aquí tenía excusa: cuando ellos se separaron yo no había nacido. Y empecé a escucharlos por una cuestión puramente casual: Era el cumple de mi madre y no sabía qué regalarle así que decidí que un disquito de estos señores mayores podía estar bien, al fin y al cabo, cada vez que se escuchaba una canción de ellos en la radio mi madre me mandaba callar para poder escucharla. No sabía qué disco comprar así que me decidí por un recopilatorio rojo (en vinilo, por supuesto, el CD aún habían editado y, en cualquier caso en mi casa no había reproductor de CD) que parecía tener buena pinta. Aquello a mi madre le hizo mucha ilusión, pero la realidad es que se acabó convirtiendo en un autorregalo. Años después traté de hacer lo mismo con un disco de Triana pero ese ya no coló y lo tuve que pagar yo y comprarle otra cosa con los huevos.
En fin que desde entonces empecé y no paré de escucharlos. Cada vez que tenía algo de pasta me compraba algo de los Beatles, mi carpeta de COU (manda huevos) iba forrada con fotos suyas, aprendí a hacer la “T” de la batería (que se alarga así hacia abajo un poco) perfe y hasta me compré una camiseta. A quien quiero engañar, yo molaba o creía que molaba escuchando a un grupo tan pero que tan antiguo y que ya nadie (¿?) escuchaba.
A este disco tardé en llegar. Mi proceso con este grupo fue bastante cronológico, me iba comprando discos por orden de aparición y los que no me compraba me los grababa en una cinta hasta mejor época.
El caso es que por fin llegué y para mí fue bastante sorprendente porque de repente me encontré con algo mucho menos pop y mucho más innovador de lo que yo estaba acostumbrado. Tengo que decir que aquí me salté la cronología a la piola porque el primer gran cambio lo dan con el Sgt. Pepper y yo ese disco lo escuché después.
En cualquier caso el disco tiene canciones que plantean novedades más allá de las que ya iban perfilando en discos como el Rubber Soul, el Revolver o el citado Sgt. Pepper.
The White Album es un disco doble (el único que grabaron así) y que vendió muchísimo (como todos). Con el que no hicieron gira (como con la mayoría de su segunda época) y que cuenta con colaboraciones espectaculares como las de Yoko Ono y Pattie Harrison y algunas más extravagantes como la de Eric Clapton. Quizá he equivocado el orden con los adjetivos ¿no?
Es un disco de canciones cortas, de estilos tan variados como el blues, el rock, el heavy (enorme acercamiento al heavy con el “Helter Skelter”, temasso), o el charleston (Honey Pie), con la herencia india que se plasma en los temas de Harrison y con mucha calidad.
A mí me gusta más el segundo disco: Ese cumpleaños feliz un tanto particular de “Birthday”, el tema que presagia al mundo del rock más duro (el más duro al que jamás se acercaron ellos) de “Helter Skelter”, el Charlestón que cité antes de Honey Pie, la canción con claros tintes políticos que compone Lennon de Revolution # 1 o la extraña y psicodélica Revolution # 9.
En cualquier caso el primer disco tiene temazos increíbles, sobre todo el While My guitar gently weeps que Harrison toca y compone con la ayuda de Clapton (el cual le pagó quitándole a la mujer, que crack el Clapton) o el tema que tocaron en su último concierto allí en la terraza de los estudios Abey Road en Londres, el Back in the U. R. S. S. A mí también me gustan el simpático Ob La Di y como no el Glass Onion, que no es que sea un temazo, pero me hace gracia la historia esa que cuentan que dice que con ella Lennon lo que quiso fue darle un poco por saco a los freaks que se dedicaban a buscar significados ocultos en sus letras.
Por cierto hace no mucho tuve el detallazo de comprarme el disco en vinilo. Enorme y más barato que en cd que no baja de 30 euros ni de coña.
En definitiva un super disco. Supongo que los modernitos echarán pestes de este clasicazo del pleistoceno medio, pero qué le vamos a hacer a mí me gusta mucho y de eso se trata, ¿no?