martes, 23 de septiembre de 2008

TRIANA. LLegó el día


Sevilla, 1983. Seguro que no es el mejor disco de Triana, pero a mí es el que más me gusta, ahora os contaré porqué. Fue el último disco de la banda sevillana porque pocos meses después de su grabación, Jesús de la Rosa, su líders ae mató en un accidente de coche mientras volvía de un concierto benéfico en el País Vasco. Ahí se acabó la banda, pero han pasado a la historia como una de las mejores de la historia. En el minidebate aquel que se abrió alguien los nombró. No sé si es el mejor de la historia, pero si no lo es, no debe andar muy lejos.
No me voy a meter en cuestiones musicales. Mal que bien todos hemos escuchado algo de Triana en nuestra vida y sabemos por dónde se movieron. Rock andaluz (uff, vaya etiqueta), rock progresivo (bebedores de las fuentes espectaculares de King Crimson) y una calidad compositiva e instrumental fuera de toda duda. Pero no, no es su calidad lo que me lleva a publicar este disco. Si me limitara sólo a la calidad supongo que habría colgado el “Sombra y luz” que puede que sea su mejor obra. A mí “Llegó el día” es el disco que más me gusta, y el que más he escuchado. Tiene dos temas para mí espectaculares, uno por su calidad y otro por lo que me recuerda. La calidad, la de la canción que da título al disco. Los trece minutos de este tema son espectaculares. No es fácil que una canción tan larga no se haga pesada. Para mí tiene una medida justa. El inicio tan pausado y con esa cadencia tan fina, con esa letra que trata de transmitir un optimismo difícil, casi increíble: “regalarle a la vida todo el fuego de tus ojos y tus ansias de vivir”, con ese gong que propone una segunda parte de la canción en la que van entrando las voces del coro de niños que dulcemente dicen: “Iba vestida la aurora con rayos de sol y en los cabellos prendido llevaba una flor”, a mí esta es la única parte de la canción que sí me transmite algo positivo, esa aurora blanca y que brilla como una opción real de salir de una situación difícil. El punteo que viene después me reafirma más en ese momento optimista porque enseguida vuelve al origen, cerrando el círculo de la canción, de nuevo con el compás pausado y la letra optimista sobre un fondo pesimista. Es como el que sonríe con los labios pero la mirada la lleva triste. A eso me suena este tema.
El otro tema del que quería hablar es el que abre el disco. No es el mejor del disco, puede que sea el tercer o cuarto (“De una nana siendo niño” es un espectáculo: "Yo quiero ser como el río al despertar que su fluido me lleve buscando al mar" y “Aires de mi canción” es otro temazo, perdón, temasso). Pero decía que quiero hablar de la primera canción, “Desnuda la mañana”. Mirad a mí esta canción es que transmite buen rollo. Cada vez que la escucho me pone una sonrisa en la boca y eso muchas veces se agradece. Supongo que es por el recuerdo. Os lo cuento. Os parecerá una estupidez, pero es así. La mañana de mi última oposición (2006) me levanté, desayuné y me preparé para ir al examen (a descargar la mala ostia con la que llevaba casi 6 meses). Como comprenderéis el nivel de tensión que levaba en lo alto era gigantesco. Me senté en el coche y cuando arranqué empezó a sonar esta canción. Estaba puesta en el CD, pero yo no lo sabía, saltó directamente y cuando empezó, de repente me tranquilicé, sonreí y empecé a cantarla a voz en grito (no sé qué opinarán mis ex vecinos, pero bueno). Me dio tan buen rollo que no salí del garaje hasta que acabó y cuando lo hizo, la puse de nuevo y volví a sonreír igual. No sé, creo que me cambió el humor, de hecho fui a recoger a Anoria y creo recordar que me dijo algo así como: “tío, vaya careto de felicidad que llevas, cualquiera diría que vas a una oposición”. ¿Mi respuesta?: “shhhtt!! Espera que termine la canción”.


Desnuda la mañana y sin sol
escuece el frío al amanecer
un rayo de esperanza
relampaguea en la ciudad.


Aquella mañana de 2006 estaba algo desnuda, sí que tenía sol, no hacía nada de frío y el rayo de esperanza que relampagueó en la ciudad y en mi cabeza fue este tema.
Supongo que el hecho de que todo saliera bien me lleva a tener este recuerdo del tema, pero bueno, así funciona esto, no? Pero es cierto, cada vez que pongo el tema me da buen rollo. Tengo eso tan interiorizado que cuando estoy bajo de ánimos, directamente, no la pongo, para no perder esa imagen que tengo de ella (a veces los malos momentos ni siquiera se solucionan con música) y prefiero dejarla en la recámara de “vendrán momentos mejores”.

En fin, discasso (el Word se empeña en ponerme discazo, pero no). Sé que nuestro master está tentado de poner uno de Triana, ahí te dejo un hueco para que cuelgues el que quieras (¿El patio?), pero este hacía rato que lo quería poner.

Esto es lo mejor que he encontrado en youtube de este disco, así que ahí va. Y si queréis el link, pues también, aunque a estas alturas…


martes, 2 de septiembre de 2008

Cajas de Música Difíciles de Parar - NACHO VEGAS


"¿Ahora de qué vas? ¿De Victor Jara?"

Cosas como esta cuenta Nacho Vegas que le decían los fans de Manta Ray al empezar su carrera en solitario. Ellos fueron los únicos que no le recibieron bien. No sé si yo era uno de ellos pero sí que estaba influido por alguien que sí que lo era, un tío que tenía un programa indie en Radio Nervión los fines de semana que a mi me encantaba. Este señor, que no tengo ni idea de como se llama pero al que le agradezco que me descubriera grupos como La Buena Vida, Super 8, Belle and Sebastian o Diabologum, decía sin ningún rubor que los Manta Ray eran el mejor grupo de Europa aunque apostillaba que con la marcha del mayor de los Vegas la banda se iba a resentir bastante. Luego no fue para tanto. Estoy divagando. Como Nacho.
Todo esto viene a cuento de que a causa de lo dicho ignoré semi a consciencia el Actos Inexplicables, el primer disco de Ignacio González Vegas. Luego me lo compré pero ya no era mío. Y es que, lo que en realidad quiero decir es que este, el del Cajas de Música Difíciles de Parar es mi único Nacho Vegas, que al de antes lo ignoré y que al de después lo deseché por lo que todos ya sabeis. Me sigue gustando pero ya no es tan mío. Esta sensación poco tiene que ver con lo estrictamente musical y no me duelen prendas reconocer que la calidad de maravillas como El Angel Simón, Sitios Distintos o Seronda del primer trabajo o como Nuevos Planes, Idénticas Estrategias u Ocho y medio (escuchad ocho y medio, por favor) del tercero puede que no se alcance en las cajas. Pero no son de Mi Disco.

Mi disco de Vegas. Fue Radio 3 quien al final me lo metió. Era inevitable, lo ponían en todos sus programas y yo estudiaba con la radio. Años 2003 y 2004 creo. Me moría de ganas de comprarlo pero preferí que fuera un regalo y se lo pedí a la Macu por mi cumple. Si hubiera sabido lo que era nunca me lo hubiera regalado. Disco de bajona total. De dejarme tonto, sin fuerzas. Disco adictivo, de no poder dejar de escucharlo. Lo escuché mil veces, en la foto podeis ver el lamentable estado en que lo dejé. Macu me decía que no lo escuchara antes de quedar con ella que luego me pasaba todo el tiempo amamonao. Y era verdad, lo juro. Además a mi me iba el rollo duro, los temas más depresivos eran mis favoritos, de las típicas historias cantadas del Nachete me cansé antes, las veía distantes y frías (luego aprendió) pero en esos temas psicológico obsesivos lo daba todo, se quedaba en pelotas y te transmitía su estado aunque no lo quisieras. Otro factor es que estas canciones las escribió en un tiempo en que Nacho se acababa de leer Moby Dick, una novela también de obsesiones y derrotas que cuando la lees te deja en un estado parecido. Sin saber esto, yo me había leido Moby Dick pocas semanas antes de que me regalaran el disco y encontrarme numerosas referencias a la obra en las canciones contribuyó a mi idilio con el álbum. Reconozco que es un disco muy poco recomendable. En el número cinco de la calle Parras a este hombre lo conocemos como el Loco.

Pero el loco tiene temas tremendos. El disco es doble. Veinte largos temas que puedes escuchar del tirón (yo lo acabo de hacer). Nacho es famoso por sus letras pero la selección sería interminable así que escuchad el disco que las letras se escuchan, no se leen. El álbum se abre con noches árticas, la favorita del Gus y en la que canta con Jota. Un temazo pero engañoso si no conoces al autor, no hay ni rastro del folk-rock que domina el álbum. Te la dejo Gus. Si seguimos por el primer cd me paro en las depresivas al máximo el mundo en calma o solo viento, en la super yonkee oda a la heroína en el jardín de la duermevela y, por supuesto, en la sed mortal, el tema más celebrado del disco, una canción en la que Nacho desde la mesa de un bar de Malasaña y acompañado por un payaso borracho va pidiendo perdón por todas sus maldades y las de la humanidad. En verdad le copió la idea del tema a Nick Cave pero si él no lo hubiera dicho nadie se hubiera enterao. Un temita mu chulo.
El segundo compact empieza con el salitre, genial, la pondré en la gramola. Seguimos de bajona con Mark Spitz y vamos hacia el rock de Stanislavsky pasando por el rollo de puticlub berlinés de gang bang , otro gran tema aunque culpable del desastre, no diré más, no pienso nombrarlo... etcétera es otra de las mías y el folklore asturiano de la canción de la duermevela está muy bien, es el germen de Lucas 15.
He de reconocer que no todos los temas me gustan pero pocos discos me han afectado tanto. Será porque Vegas es un señor pero que muy afectado aunque viva como quiere y se beneficie a la Rosenvinge

En definitiva," cuanto sufro, cuanto me drogo", otra de las cosas que le decían los fans de Manta Ray pa reirse de él...