lunes, 18 de julio de 2011
MÁRTIRES DEL COMPÁS- Flamenco Billy
No soy yo quien debería escribir sobre este disco, pero viendo que nuestro fredy parece que no está por la labor de contarnos sus "discos favoritos", y que el peluso de metálica pedía flamenqueo para no llevarse todo el verano con esa postura, ahí va eso...
Flamenco Billy (1995), es un disco de esos llamados de culto con el paso de los años, seguramente por varios motivos, por su irreverencia desde la portada hasta las letras, por ser un disco revolucionario en su estilo, cercano a kiko veneno y martirio, con ese aire innovador, creativo y surrealista, por ser precursor de otros muchos grupos que vendrían después (ojos de brujo, elbicho, etc.), por la voz desquebrajada de chico, por liarla...
...pero, para algunos de nosotros, quedará siempre relacionado con la anécdota de aquel cumpleaños del fredy.
No se si serán los años, o el whiky de aquella botellona en el líbano (¿de verdad se llama aquello líbano?, ¿por qué íbamos allí?, ¿invitó el cumpleañero?), pero el caso es que no me acuerdo muy bien de los detalles, así que espero contribuciones en los comentarios, si fuera posible del propio protagonista.
El caso es que no se muy bien por qué, le regalamos el cd a Pablo. Las sevillanas billy habían sonado a reventar en la feria, y diría que hasta en la playa de victoria aquel año, y el "guapa la que mire" se lo sabía todo el mundo. Parecía claro que no era el estilo de nuestro fredy, pero a alguién se le ocurrió que podría estar bien regalárselo, en plan cachondeo, pero sin pensar en las consecuencias. Nuestro fredychico se cogió un rebote histórico a causa del regalito, no se cual fue el motivo real, pero desde el minuto uno dijo que lo iba a descambiar, y recuerdo que el ticket estaba por allí, y que se perdió o se rompió, el caso es que el disco causo más polémica que el teatro de juande ramos en aquel derby.
Mira por donde, resulta que unos meses después (esto ponerlo también en cuarentena), fuimos a un concierto suyo con unas invitaciones en el hotel renacimiento de la cartuja, tampoco me preguntéis cómo carajo llegamos allí, ni quienes fuimos, ufff qué de lagunas (seguro que todo esto no es un sueño??).
Y mucho más tiempo después, la friolera de 15 años, al menos el que escribe esta crónica lagunera y regulera, sigue recordando este disco con mucho cariño.
A ver si la próxima vez que veamos a Chico Ocaña en el lolo (si es que es verdad que está abierto) se nos arranca con una bulería.
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