martes, 8 de marzo de 2011

nirvana - nevermind



Hoy en hormigas blancas: Kurt Cobain:


Una mañana de Marzo de 1994 llegó Alberto a nuestro COU C2 diciendo que Kurt Cobain había muerto de sobredosis. Yo le dije que no me lo creía, que el finde había estado escuchando De 4 a 3 y que no habían dicho nada. Él me contestó que se lo había dicho nosequién, que por lo visto controlaba bastante del tema. En los días siguientes ningún medio dijo nada, así que imaginamos que la noticia era falsa.
Un mes más tarde estaba yo comiendo tranquilamente arroz en familia cuando dieron la noticia en el telediario. Recuerdo que al ver aquella luz tan triste se me quitaron las ganas de ir alguna vez a Seattle. Terminé el almuerzo y me fui a mi cuarto a escuchar la radio.
El lunes, nada más entrar en la clase, una de las niñas de las Carmelitas que se sentaban detrás me dijo “ahora sí que está muerto”. Ahora sí. Así recuerdo yo sus últimos días.

No sentí pena por Cobain. No fue como lo de Layne Staley o lo de Sergio Algora. Hacía mucho que quería matarse y estaba en la mejor edad para hacerlo. El típico piscis triste, sensible, insatisfecho…. Decía muchas gilipolleces. Siempre se las perdonaron. Daba igual que ninguneara constantemente a Pearl Jam, que ahí está Eddie soñando todavía con tener su aprobación y recordando el baile de la paz que se marcaron. O el Axl, siempre blanco de sus mofas. Como se encabronaba el pequeñajo pero luego bien que colocaba la gorra de Nirvana en el vídeo del don´t cry. Hasta que se hartó y le metió fuego. Mucho tardó. El famoso día ese de la bronca gorda tuvo que ser surrealista. La actuación de después es ya historia de la música. Primero amagaron con el rape me porque la organización les había amenazado con echarlos si la tocaban, luego Novoselic se abrió la cabeza tirando el bajo hacia arriba y para terminar Dave Grohl que se puso a llamar a gritos a Axl Rose. De locos.
Kurt ya podía casarse en pijama o ponerle a su hija de nombre Bean porque en la ecografía pareciera una habichuela, que pienso que los de muchachada jamás se atreverían a hacerle el celebrities a él. Se lo mereciera o no siempre fue bastante respetado. Él llamaba vendido a todo el mundo pero olvidaba que en vez de mandar aquella carta prefirió no perderse un sarao de la MTV. Llegaba a ser muy injusto con los demás, pero hay que perdonarle. Le perdonamos todo. Yo sigo quedándome embobado cada vez que me cruzo con una foto suya. Lo que importaba es que su grito era real. Tan real que aún conmueve al mundo.

A un miembro de manual de la generación X, que tenía 18 años cuando Cobain se suicidó y al que le han tirado huevos mientras berreaba sus canciones no le resulta fácil hablar de Nirvana. Me cuesta mucho distinguir lo real de lo distorsionado. No soy capaz siquiera de discernir si el nevermind lo escuchábamos cuatro gatos o la mayoría de los adolescentes de la época. Es todo bastante extraño porque cuando hoy día veo algún chaval con una camiseta de los de Aberdeen en vez de alegrarme del buen gusto del muchacho, pongo una mueca rara y pienso “¿Qué haces tío?” Es una reacción entre egoista y generosa, una mezcla de “esto no te pertenece” y de “te estás perdiendo algo” que imagino que debo achacar al coraje que me daba que en los 90 muchos amigos escucharan grupos de los 70. Coño, que escuchen a The XX, yo que sé.

Las canciones del Nevermind, melodía y rabia, la herencia familiar del señor Cobain. Como es natural, ninguno de nosotros diríamos jamás que nuestro tema favorito es el smells like teen spirit. Que va, eso es muy obvio, es lo que diría nuestra tita Toñi y nosotros sabemos mucho más que ella. Da igual que sea lo mejor que se haya hecho en los últimos 30 años, está tan trillada que no merece la pena nombrarla. Igual pasa con come as you are, lithium o Polly. No puede ser, hay que elegir otra. Yo elijo drain you, ese es mi tema. Ese es el que me pone la sonrisa cuando empieza a sonar. Mirad como gritaba el pobre en Francia. Claro que era de verdad.
Realmente pienso que lo único que no me gusta del álbum es el inicio de territorial pissing. Me resulta hasta molesto. Todo lo demás es gloria. Todo. El tiempo nos ha dado la razón. Resulta que sí que eran buenos.

Imagino que todo el que se haya atrevido a leer este tochito es porque ha escuchado centenares de veces el disco, así que no le veía mucho sentido venderos las maravillas de estas canciones. Así que poca crítica y mucha anécdota que es lo que vende. Si esta basura gusta prometo un enemigos íntimos para el próximo día que el tema Vegas-Rosenvinge está que arde. Ahí están los comentarios para que vosotros hableis de lo que querais. Faltaría más.